¡ Razones para estar aquí !
Esta es nuestra nueva ventana al mundo. Surgimos en un pueblito del departamento de Antioquia, Colombia, llamado Titiribí (nombre de un pájaro pechirrojo y nombre indígena), cuyas minas de oro y carbón alimentaron entre los siglos XIX y XX el desarrollo de la capital departamental, Medellín, y de empresas europeas. Somos el resultado de un trabajo comunitario que empezamos a comienzos de los años 80 en el pueblo y en la vereda Los Micos, en torno a la Cruz Roja, algunos grupos juveniles y actividades de ayuda mutua, y continuó a través de las “juntas de acción comunal”1 veredales y municipales. El apoyo de la Obra Belgo Colombiana para la Infancia (OB-CE) ha sido clave desde entonces.
Hoy somos una organización más fuerte, que representa en Titiribí el cambio histórico donde las modernas ONGs2 son protagónicas. Somos la “corporación para el desarrollo integral de la comunidad rural”, que comprende: 1) el Jardín Infantil donde cuidamos de los niños; 2) la Biblioteca para la búsqueda de preguntas y respuestas; 3) el Semillero de “niños y niñas multiplicadores de vida”, que forma los líderes del mañana; 4) el programa Tejiendo Vida para la recuperación y promoción de los niños en riesgo; 5) el taller de Confecciones para aprender la elaboración de vestidos; 6) el Taller de Alimentos Limpios (panadería y conservas), por una alimentación sana; 7) las prácticas de Salud-Artes-Lúdica por la creatividad y un mejor estado psico-físico. Y, finalmente, este Sitio en la red.
Al comienzo eran nuestras acciones, nuestras fotos y palabras las que hablaban de nuestro trabajo pero ello no era suficiente para dejar conocer su sentido profundo. También de forma esporádica volaban de mano en mano nuestras hojas impresas, pero la invisibilidad seguía. A veces la incomprensión.
La Puerta del Sol, nuestro boletín impreso, surgió en 1991 y se convirtió en una voz local que permitió expresar y a la vez elaborar nuestra base filosófica y pedagógica, que guarda su independencia pero a la vez coincide con muchas corrientes de pensamiento humanistas y ambientalistas. El boletín persistió a lo largo de los años pese a algunas fases de silencio y será parte de nuestro sitio.
Hemos decidido asomarnos al mundo porque creemos que éste está ávido de experiencias vitales y conviviales3 y lo estará cada vez más al agravarse la crisis de civilización. La nuestra es una de esas experiencias, que consideramos modesta pero rica en enseñanzas pedagógicas.
Asomamos a la ventana global con nuestras comunidades desde el fondo de las minas donde niños, jóvenes y viejos se juegan la vida en la oscuridad. Desde el fondo de la pobreza y la tristeza para emitir un pequeño chorro de sol y un canto a la vida. Para decir que también nosotros existimos en este hermoso planeta de todos los colores, todas las razas, todas las creencias y todos los idiomas. Este planeta que podemos y debemos salvar entre todos, desde el respeto a la vida y desde el diálogo entre organizaciones, movimientos, pueblos y civilizaciones.